Dia dos
domingo, 19 de noviembre de 2023Dia dos del grito continuo.
Dia incontable de estar ebrio y bajo tierra, bajo constelaciones furiosas que no puedo ver. Asumo que las lluvias de estrellas que caen lejos de mí, por que el sopor que siento, manifiestan que no soy dignas de ellas,
Sin embargo, incendio el mundo y no soy merecedor de un dios. Aborrecido desde mi primer suspiro hacia la cósmica poesía de luces infinitas.
No quiero su perdón. Me niego a aceptar su sacrificio.
Guardo en mis entrañas los clavos de nueve pulgadas.
Que saborean su muerte junto a la mía.
Frio es noche, como nunca.
La nada es el fin natural.
sonido
Serj Tankian - Invocations - Aurora's Dream - Live At The Soraya
Herida.
sábado, 18 de noviembre de 2023sueño...
sueño..
Sonido
Plegaria
viernes, 15 de septiembre de 2023
Ella muere y me dejo llevar hacia sus infiernos. Acaricio sus cabellos que danzan entre las olas, ella acaricia la herida de mi pecho que deja un rastro de sangre en la mar.
Una bala en la frente y una placa en corazón. Tiro su cuerpo al océano y después de una plegaria me lanzo hacia la mar. Dejando a la deriva su cuerpo para sumergirme extenuado de amarla tanto, dejando en la superficie el terror del ojo rojo en medio de la frente, del puñal que se sumerge avergonzado dejando en la superficie el rastro de sangre de la herida letal que nadie llegará a ver.
Somos dos cuerpos inertes.
El océano trasciende las brasas de la náufraga quien todavía lanza plegarias a las olas. Quiere desaparecer, quiere bien morir. Sus lamentos resurgen una vez más sobre las verdes aguas con la energía de diamantes que anuncian su inminente partida.
Ella calla al canto de su corazón, se diluye entre mares implacables del tiempo.
Yo me cobijo en suspiros fugases y la llamo entre culpas expiadas.
Nadie responde.
Solo me sigo hundiendo más y más.
Irremediablemente.
Natalia Lafourcade - Alfonsina y El Mar
vindicta
sábado, 14 de enero de 2023Danza, sudor, madrugada,
crecento, luz tenue, jarrón roto, iris vehemente, susurros maltrechos, lo
húmedo salado, ido devenido, ráfagas de alaridos, furia embelesada. Vindicta.
Las extrañas
sabanas rojas reciben el navegar rítmico de pieles en llamas.
Durante el
último aliento, cuya tibies se disipa entre los escombros, nuestra fe tiene la
mirada neutra y se encoje en hombros. El infierno es saberse extinto en ese
último segundo.
Viudos de culpa.
No hay rezo que
valga.
sonido
The Killers - Mr Brightside
ojos de mar
viernes, 25 de noviembre de 2022Iris como el mar, que acentúa su azul a
la par del fuego al encenderle un cigarrillo. Miramos el pueblo a lo lejos
desde el desolado mirador, improvisado mirador que es refugio al soez murmullo
de motores y parloteos. Hay silencio. Excepto por la radio que agoniza.
Comparamos bitácoras y dibujamos cada uno en el otro. Profanando por primera vez la desnudes de la hoja en blanco. “We were running for the money and the flesh”
Miramos nuestros dibujos y sonreímos. Tu cabeza sobre mi hombro, mi brazo alrededor de tu cintura. Cantamos a dúo, pero dos soledades siguen siendo un vacío amargo.
Volvemos sin decirnos palabra alguna durante todo el camino.
Solo tu mano entrelazada a la mía.
sonido
Leonard Cohen-Chelsea Hotel
identikit
sábado, 6 de agosto de 2022
-No
me escuchas realmente - me reclamó
-Tengo
oídos para tus suspiros quedos - respondí
-Eso
no me dice nada, no me conoces realmente.
-Toda
TU me cuenta tu historia.
Molesta volteó su carpeta y me ignoró el resto de la clase. El último día de clases.
Saqué
un cuaderno suyo sin que se diera cuenta y la dibujé a escondidas para
recordarla cuando se vaya del todo, al llegar el día que olvide su nombre y su
rostro a causa de los años que vendrán después y solo pueda rememorar en mi
cabeza sus poemas cursis y su tatareo de canciones de amor.
Regresé su cuaderno sin ser visto por nadie, en silencio.
Después
del timbre de la salida no la volvimos a ver.
La adolescente que quería ser poeta, la niña de fotocopias con versos adultos y romances con autores muertos. Se alejó de todos, se alejó de mí.
Cada cierto tiempo la busco de madrugada en rincones raídos y alcoholizados de mi memoria, pero es inútil. Solo distingo una carpera vacía.
La pequeña poeta se desvaneció irremediablemente.
sonido
bosque
miércoles, 4 de mayo de 2022
Salía del trabajo ya muy entrada la noche.
Al fondo del estacionamiento una mujer sentada en un banco, sobre una elevación
de jardín, fumaba un cigarrillo. Mi auto estaba a unos pocos metros de ella. El
único farol del lugar la iluminaba directamente. Era como un espectro incandescente,
la pincelada audaz en un horizonte gris.
Noté que lloraba en silencio.
Dudé por un momento, pero me acerqué a ella.
“Excuse me, are you okey?”.
pregunté
Luego de una larga pausa dio una pitada y
respondió con desdén
“Yes, thanks. Everything's fine”.
Tiró el cigarrillo a medio terminar y volteó
la mirada hacia el lado opuesto, en dirección a unos árboles que estaban a lo
lejos. Miró atenta como queriendo distinguir una presencia, una figura, una
verdad.
Debajo del banco posaban una mochila y un
bolso repleta de ropa. Se dio cuenta que noté sus pertenencias y me miró
impaciente. Supe que no quería ningún tipo de ayuda.
“I'm sorry. I will not bother you”. Le dije y me fui hacia mi auto.
La rodeé para poder salir del
estacionamiento hacia la autopista y al mirarla noté una leve sonrisa. Hice un
ademan con la cabeza a modo de despedida y me fui rumbo a mi habitación.
Por el espejo retrovisor esa pequeña flama
se apagaba a lo lejos, pero aun así era inteligible de tristeza, de eterna
espera, de halo de soledad.
A medio camino me estacioné a un lado de la
carretera y encendí un cigarrillo. El dolor de espalda es habitual en días de
doble turno. Puse “Un Nouveau Soleil” de M83 en los parlantes y a luna estaba
menguante. Banda sonora para una ciudad cubierta de soledades que son historias
anónimas, únicas y constantes. El hilo conductor hacia la conexión de millares
de corazones rotos que son parchados o curados en noches como esta, de quienes buscan
la redención escondida entre unos árboles a lo lejos. Somos como una figura llameante
que ingresará en lo eterno de lo inconcluso.
Es más de medianoche y termino de escribir
esto con un trago entre las manos y un terrible dolor de espalda. Imaginando
finales felices y trágicos, deseados y no cumplidos. La puerta abierta hacia
infinitas posibilidades de salvación. La grandilocuente fe del abatido.
Pero lo asumo.
También miro a lo lejos al bosque donde
habitan los monstruos. Y sobre mí el farol, que a modo de portal, me indica el
camino de retorno hacia las bestias.
Una vez más.
sonido
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