Una bitácora de viaje, una estación necesaria.
Proyecto a modo de espacio en que puedo sacar, con dibujos y frases, a los demonios que tengo dentro.


Edmer Montes - Ojo de Cuervo





Viernes

sábado, 26 de septiembre de 2015


Pasan los días y Ofelia no cesa en sus ofensas malsanas. Reacciones para el imbécil arrogante,  para el muchacho del ego astronómico. Un artista mítico que en realidad es un fraude.

El bar está quieto, la bitácora con los dibujos ofensivos reposa junto al vino adulterado en el bar de mala muerte. Tanatos piensa en la dama que la espera en casa, en el lecho de intimidades profanas y de complicidades cotidianas y cuestionables. Se enfrenta a la mujer que lo aleja de la cicuta con una quieta danza, una danza sensual y triste.

Tanatos afronta un viernes a la compañera muerte. Se toma un trago con ella y conversan de lo inevitable. Conversan del día en que se tomaran de la mano para sortear las esperanzas ajenas y cantar susurrando sobre la libertad de la soga en el cuello, de la danza de lo ineludible.

Pide un trago.
Canta entre lágrimas.
Acepta el roce de la soga en un futuro no muy lejano.

Es el ultimo hombre.
Saborea la libertad.

Sonido

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