UNO

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Tu madre vestida de pólvora recibe el arma que tus manos dejaron caer. ¿Por qué me las ofreces? Si ya percibo el canto burlón de tu epitafio. Si ya tus formas se confunden con las de otros: Heces, gobiernos, Dios.

Miro tu corbata, tu buena casa,y los muertos necesarios que guardas en tus bolsillos.

Eres mi enemigo mayor que pública sus logros y leo en sus labios "solo yo podre salvarte"

Una vez me dijeron que salvar vidas es mucho más fácil que salvar mentes. Que para cambiar nuestra tierra es preciso cambiar nosotros. Pero la mayor dificultad es : ¿cómo ayudar a quien esta convencido de que tiene toda la razón?

Nos topamos cada día con personas que creen que son inmortales, viven como si tuvieran todo el tiempo del mundo, sin reparar el daño que hacen a nuestros pueblos y a nuestra madre tierra.

Pero también es cierto que conocemos a personas que nos cambian la vida, con unas palabras o con sus silenciosos actos.

En mi caso tuve la suerte de encontrarme con algunas. Mi maestra de escuela que sin saberlo cambio totalmente el rumbo de mi vida. Un párroco que sabiendo mi total negación a Dios resolvió en ayudarme. La sonrisa de mi madre, las pataditas de mi hija detrás el vientre de mi esposa.

Cada uno de nosotros, es un salvador o alguien a quien salvar.

No creo en dios, pero muchos ángeles terrenales nos devuelven la fe en los hombres. Aunque parezca que es inevitable nuestra extinción.

Sonido:

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