si yo fuera Maradona
saldría en mondovision
para gritarle a la FIFA
¡Que ellos son el gran ladrón!
-manu chao-
saldría en mondovision
para gritarle a la FIFA
¡Que ellos son el gran ladrón!
-manu chao-
Mi padre no se pierde el futbol los fines de semana. Desde que él era niño, es el único pasatiempo que le llega a la adicción.
Lo terrible es que seguimos hablando de frustraciones y fracasos desde mi adolescencia, de viejos ídolos que mi generación no llega ni pretende superar.
Que se perdió la disciplina y lo que prima es el dinero.
Que ya no es un deporte, es un negocio.
Que la FIFA defiende sus intereses, no al deportista.
Que se transformó en una excusa para robar y asesinar.
Que idiotiza al hincha, opio para el sentido común.
Llegué a detestar el futbol.
Que se perdió la disciplina y lo que prima es el dinero.
Que ya no es un deporte, es un negocio.
Que la FIFA defiende sus intereses, no al deportista.
Que se transformó en una excusa para robar y asesinar.
Que idiotiza al hincha, opio para el sentido común.
Llegué a detestar el futbol.
Hasta que un día arribé a un pequeño pueblo a 3000 msnm. Hice mi visita programada al colegio estatal de primaria , de carpetas rotas y uniformes raidos, de desayunos extraviados y maestros con vocación.
Y fue allí que tuve la visión más extraordinaria del futbol como sinónimo de libertad:
Y fue allí que tuve la visión más extraordinaria del futbol como sinónimo de libertad:
.
Los pequeños jugaban en un patio de tierra con una pelota que el maestro les había comprado; niños y niñas jugaban por igual... los equipos no tenían género. Sus gritos y risas resonaban entre las montañas y los abrazos y festejos eran acompañados por las sonrisas de los maestros. Nunca sentí la emoción de un gol tan lleno de hermandad.
Al volver a mi hogar, saque de mi cajón la camiseta que mi padre usaba en sus días de futbol por el club de sus amores, me lo había regalado cuando yo era adolecente, cuando me contaba de sus hazañas mientras mirábamos sus fotografías.
Al volver a mi hogar, saque de mi cajón la camiseta que mi padre usaba en sus días de futbol por el club de sus amores, me lo había regalado cuando yo era adolecente, cuando me contaba de sus hazañas mientras mirábamos sus fotografías.
.
Aun no me gusta el futbol y me apena no compartir la afición con mi padre, pero siempre me emocionare con sus historias de pelotas de trapo, siempre seré su mayor hincha.
.
SONIDO:
6 comentaron:
Que tierno... una buena herencia... la memoria de nuestros padres...
Nunca voy a olvidar cuando Peru clasificó a un mundial no se de que año, yo estaba jugando yas con mi hermana Lucy en la sala cuando de pronto un grito ensordecedor nos asusto hasta el llanto, fue terrible pero la alegria en la cara de papa era indiscriptible, ah y no termino de gritar hasta recorrer toda la casa, inolvidable de verdad, Amo a mi papi apezar que me asusto ese dia.
bueno yo si soy un masoquista, aun creo en el futbol peruano y aun creo que el Municipal volvera a la primera division (papa sabe que compartimos siempre este anhelo)
Antero...
tampoco me gusta el fútbol..
pero como describes la escena de los niños jugñandolo... uuuf! como que la visualicé.. y hasta me emocioné..
saludos!
lindo blog, chico.
¿de tal palo, tal astilla?
bueno; pero no se pierde la esencia paternal
:)
Publicar un comentario