A mi hija:
Ir contracorriente, creer en
una utopía, rebelarse ante el poderoso Para muchos soy el malvado de la
historia. Soy eso y no quiero ser nadie más. Y serlo me ha costado duras
batallas y terribles cicatrices. Pero ante todo quiero ser fiel a mí mismo ante
los ojos de mi niña, esos ojos que evitan que me caiga.
Hija, no puedo darte una
fiesta costosa, pero puedo darte un beso por cada latido, todos los colores de
nuestro universo compartido, la calma y las flores dejando las pesadillas en mi
espalda. No puedo darte un castillo, pero puedo darte mis hombros para tus pasos
firmes. Puedo darte mis libros y mis textos, las formas de mis esculturas y mi
puño en alto. Puedo darte lo que soy en esencia.
En esta mi vida puedo ser el monstruo
que todos creen que soy. Pero si mi niña me ama, ¿qué tan malvado puedo ser?
sonido
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