Una bitácora de viaje, una estación necesaria.
Proyecto a modo de espacio en que puedo sacar, con dibujos y frases, a los demonios que tengo dentro.


Edmer Montes - Ojo de Cuervo





rudo niño pobre

lunes, 4 de diciembre de 2017



Recuerdo su forma de caminar, pausada y segura. Recuerdo su mirada neutra aunque el mundo se cayera a pedazos. La niña de uñas negras que se sentaba sola.

Revisando mis antiguas bitácoras encontré este dibujo en un viejo cuaderno. Un amor de infancia, de cuando mis zapatos rotos y un helado barato lograron robarle un primer beso a la niña bonita. Y que, con una media sonrisa en su tez de porcelana, aceptó que la llevara de la mano a su hogar. 

La niña más bella del salón. Quien destrozó el corazón del guapo niño mimado (el de los zapatos caros y chocolates importados), al verse enamorada del rudo niño pobre.

Y eso no estaba bien para ellos, y tuve que ganármelo con fuerza.

Fue en el parque detrás del colegio, con la nariz sangrante y un ojo morado, que toqué la gloria de defender a mi amada. No vuelvan a hablar así de ella les grité. Y al cobarde y sus amigos les mostré la actitud que te forman cada día las carencias, la lealtad que no se compra y el orgullo que no se vende. Y me fui escupiendo sangre, orgulloso de tumbar a tres imbéciles, pensando una excusa para que mi madre no me castigue, para que mi amada no se entere.

Lejanos días, lejanas e inmensas batallas de gloria para un niño. Imágenes que ahora se tornan en sepia.

Aún tengo las manos con nuevas cicatrices, aun resisto.


sonido
 Andres Calamaro Mi enfermedad


 


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