Cruje sus dientes. Se levanta y Grita:
-“¡Contempla mi sombra sin cuerpo me dijo ella antes de irse, la galaxia dentro de mis ojos me dijo!”.
Tiene los brazos abiertos como un cristo. Patea la silla, las mesas y con un gesto teatral derrama su trago sobre sus dibujos. Es entonces que el barman le sostiene del brazo con violencia:
- “Deja el show tío, es la última vez que te lo digo”
Tanatos le sonríe con burla y derrama la botella entera sobre la barra.
El barman le lanza un puñete y juntos caen al piso. Se produce una pelea de confusos golpes y salpicaduras mugrientas. El barman sangra de la nariz, Tánatos lo tiene inmovilizado. Todos intervenimos para separarlos.
-“Eres un cliché Tánatos” grita el barman. "Artista atormentado mis bolas. A nadie le interesa tu arte". Tánatos hace una reverencia. "Destrozaste mi bar, ridículo de mierda”.
“Tiene razón” “qué se cree” murmuran los ebrios y noto que lo cercan. Me pongo frente a él y trato de calmarlos. Pero en un descuido mío Tanatos estrella con fuerza su cabeza contra la barra. Rompe con la frente un vaso que estaba sobre sus dibujos. La sangre cubre sus papeles y salpica al resto. Todos retroceden.
“¡¡¡Carajo!!!” grita el barman y se abalanza nuevamente sobre él. Caen otra vez. De nuevo tenemos que separarlos. Nos manchamos todos
Durante la mayor parte del camino al hospital guardamos silencio.
El taxista nos permite fumar.
-“Tus dibujos se echaron a perder” le digo. Permanece callado. “Al menos tu sangre le dio como un halo de santidad a este retrato” bromeo, “una virgen o una diosa”
-“Ya no es mi diosa ahora” responde. “el beso dentado del cilicio ya me es doloroso. Lo de hoy fue una penitencia rancia del converso que ya no cree”.
Siempre me he preguntado si su pretenciosa manera de hablar como si fuese un poeta es parte de su papel de genio del subsuelo. Que toda esa maraña de alcohol, mujeres y bares de mala muerte forma parte de un personaje construido para que no sea olvidado. Pero se equivoca. En esta ciudad ¿a quién le interesaría su historia?. Aquí solo somos carne desechable. Escoria perenne el cual ocultar.
-“Dejaré mi cadáver de mesías suicida para el banquete de sus deidades” continúa. "Incendiaré su iglesia".
Noto que ya no sangra. Sus ojos destellan junto al resplandor de la cerilla al encender otro cigarrillo. Arruga el retrato y la arroja por lo ventana con desdén.
-“Seré libre” concluye.
sonido
Radiohead - Where I End and You Begin
0 comentaron:
Publicar un comentario