Clarissa agarra su biberón, se echa en el piso, y mientras bebe me mira con sus enormes ojos de sueño. Soy el gigante, soy el roble para ella. Pero en cambio me siento débil. Sin taller para hacer esculturas tuve que destruir y botar mis viejos trabajos. Mi hogar es pequeño y mi familia es son la prioridad.
¿Horas difíciles de animal enjaulado? Sí.
Ella sonríe y me duele.
Agarro una cartulina A3 y las acuarelas. Decido pintarla. No solo porque es mi hija, es para recordar que todo lo que hago es por esa mirada. Ella abrirá esa jaula.
Sonido
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