Ella se precipita desde el cielo y logra
pronunciar mi nombre.
La Diosa que eligió ser mortal reposa
agonizante junto a mí. Se creó unas alas susurrantes con promesas de amor
eterno que fue destazada con cada engaño.
“Bang bang…my baby shot me down” cantó
antes de apuntarme a la cabeza.
Antes de lamer la bala, antes del sexo de
despedida.
La moribunda llora mientras los perros
devoran mi cuerpo. Su piel blanca se ensucia con lo rojo de mis entrañas, con
los coágulos que resisten una despedida perentoria.
Sólo somos dos cuerpos siendo engullidos
por una ciudad con dientes inmundos.
La diosa que eligió ser mortal se alzó en
vuelo con media sonrisa. Se alejaba de mí entre humores púbicos y luces de
neón. Pero ya no pudo elevarse más. La noche rompió su juramento, y aterrada en
medio de su caída, sus manos negras buscaban las alas que se volvieron cenizas.
Sintió lo helado del viento antes del
impacto.
Mi diosa mortal yace a mi lado, halló paz
en lo tibio de mi última caricia. Sus lágrimas humedecen mi cerebro disgregado.
“Ya es hora” me digo.
Sonrío.
La Muerte es mi amante.
sonido
Nancy Sinatra - Bang bang
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