- “Al centro de nuestra
galaxia hay un agujero negro, nosotros la orbitamos. Se llama Sagitario A” nos
dice nuestra maestra
Comenté en clase que la NASA
había captado que un agujero negro se comía una estrella. Lo recordé porque
esta mañana mi mamá me peinó y me puso pompones amarillos y negros a mis colas.
Yo me sentía ridícula. Tengo un par de soles y agujeros negros en mi cabeza.
- “¿nuestro sol al apagarse
será un agujero negro?” pregunta mi mejor amiga.
“Los agujeros negros
representan la última fase en la evolución de enormes estrellas que fueron al
menos de 10 a 15 veces más grandes que nuestro sol. Cuando las estrellas
gigantes alcanzan el estado final de sus vidas estallan en enormes cataclismos llamados
supernovas”
- “¿Y cuándo pasará eso con
nuestro sol profesora?” Preguntan.
- “En unos 4.500 millones de
años” responde.
- “Pondré mi alarma entonces”
grita el gracioso del aula. El salón entero ríe. Si, es gracioso. La espera, la espera que ya
no es eterna.
Recuerdo que después del
recreo debemos diseccionar una rana. La mía aún está viva dentro de un
recipiente, estará muerta sobre una bandeja en unas horas. El animal no sabe que va a morir, solo pasará
las horas en un trance que no logrará entender. Inmóvil. Como aquella pareja
entre los fierros retorcidos dentro de su auto.
Era mi cumpleaños número diez.
Yo quería pizza y cruzaba emocionada la avenida cuando un auto me esquivó en
medio de la calle. Un chillido agudo y el ruido ensordecedor al chocar contra un
enorme árbol me dejó inmóvil. Un diminuto pedazo de vidrio cortó mi mejilla. Mi
padre corrió hacia mí, pero pude ver por un momento el rostro de la señorita.
Su boca abierta sin voz y los ojos con sangre que se cerraban lentamente. Mi
padre me cubrió el rostro.
Aun siento su enorme mano sobre
mis ojos que me protegían del espanto, pero no del ruido. Escuridad, oscuridad
y ese ruido seco y el bullicio ensordecedor.
“Nuestro sol va a morir”. Pienso.
¿Acaso Sagitario será el bisturí
que nos cercenará cuando estemos inmóviles?, ¿será el árbol que aparecerá en un
lento parpadeo, mi parpadeo? Mi viaje tiene un final al igual que el tuyo. No
estaré para ver la extinción de todo, pero ahora tengo la certeza que sucederá.
Y saberlo me hace esbozar una sonrisa.
0 comentaron:
Publicar un comentario